Tengamos en cuenta que en las distintas etapas del infante aparecen signos que nos llevan a tener que prestar más atención hacia esta creación de hábitos.

ALIMENTACIÓN Y DISTINTAS ETAPAS DE LA INFANCIA PADRES COMO UN EJEMPLO A SEGUIR

El pilar más importante para poder lograr una alimentación saludable es, llevando como padres una alimentación saludable. El niño copia y toma como ejemplo al que tiene enfrente. Por lo que es fundamental que el entorno que lo rodea lleve una vida sana, con una buena relación con la comida.

ETAPAS DE LA INFANCIA

Todo comienza desde la LACTANCIA, ya que varios estudios sugieren que la leche materna podría ser vehículo de ciertos compuestos orgánicos y aromas de ciertos alimentos que incorpora la madre y que a futuro generarían mayor aceptación por el infante cuando lo prueba. Es decir, si la madre consume brócoli durante la lactancia, existen grandes probabilidades de que el niño acepte más rápidamente este vegetal.

Por otro lado, tenemos que entender que el comienzo de las ingestas con sólidos a través de la alimentación complementaria puede ser larga y tediosa. Esto quiere decir que el niño, al no conocer, puede rechazar en primera instancia el sabor o textura de un alimento. Por lo que debemos tener paciencia y darle de probar ese mismo alimento varias veces. Probablemente a la vez número 10 recién acepté ese alimento.

Que pruebe con libertad, juegue con el alimento, conozca texturas, es la clave. Dar los alimentos en su forma lo más natural posible, sin agregado de azúcares ni sales. Ya que las papilas gustativas se adaptan. Si salamos o endulzamos los alimentos a nuestro gusto, estamos generando que esas papilas gustativas se adapten a los dulces y salados, disminuyendo la percepción de sabor real de ese alimento.

EQUILIBRIO COMO SINÓNIMO DE SALUD

Entendamos que la alimentación sana/saludable se basa en un EQUILIBRIO intentemos no usar los alimentos como “premio” o “castigo”. Si ocasionalmente queremos sumar alimentos considerados como “no saludables”, no está mal. Siempre y cuando no sea un hábito de todos los días.

Involucremos a los chicos en este aprendizaje, que se sientan protagonistas, y se encuentren en un entorno que los acompañe, sumando además actividad física y movimiento. Donde haya una salud biopsicosocial (integral).