La vitamina C, cuyo nombre científico es Ácido Ascórbico, es un micronutriente de vital importancia en el organismo, ya que su función principal es la de actuar como antioxidante.

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Esto quiere decir que disminuye la tendencia al envejecimiento de las células, dado por la liberación de radicales libres.

Esta función es la base de la prevención de ciertas enfermedades y del deterioro del organismo. Además, contribuye a fortalecer el sistema inmune, a la regeneración articular (actúa como cofactor de la síntesis de colágeno endógeno) y a mejorar la biodisponibilidad de algunos nutrientes esenciales como el Hierro, mejorando su digestión, absorción y por ende llegada del nutriente al organismo.

CONSIDERACIONES A TENER EN CUENTA
Es una vitamina que se encuentra en muchos alimentos (principalmente vegetales y frutas) por lo que se puede disponer fácilmente de ella. Ahora bien, más allá de su aporte, debemos tener en cuenta que es una vitamina muy lábil. Esto significa que se oxida muy fácilmente. Si se expone a la luz solar, al calor o al aire, pierde sus propiedades inmediatamente. Es por ello por lo que el consumo de los alimentos fuente debe ser momentáneo, y preferentemente en crudo para maximizar su provecho.

TOP 5
Podemos encontrar esta vitamina en los siguientes alimentos de consumo habitual:
✨CÍTRICOS (naranja, mandarina, limón, toronja) = una vez pelada la fruta, considerar que la mayor concentración de vitamina C se encuentra en la “parte blanca” o corteza de la fruta. NO en el interior de los gajos.
✨TOMATE
✨FRUTOS ROJOS (arándanos principalmente. fresas, moras, frambuesas)
✨Chile pimiento = recordar que para aprovechar bien la vitamina, deberíamos consumirlo en crudo.
✨KIWI