La dieta mediterránea es un tipo de alimentación que se basa en vegetales y grasas saludables e incorpora los sabores y métodos de cocina tradicionales de la región. Se ha observado que tiene estrecha relación con la prevención de enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares, ya que predomina el uso de grasas saludables (cardio protectoras) y fibra dado que es alta en semillas, granos enteros e integrales, pescados como proteína animal dominante (recordemos que, a diferencia de las carnes de vaca, cerdo y pollo, la grasa del pescado es rica en Omega 3, un poderoso antioxidante y cardio protector).