Nuestros músculos están conformados por distintos tipos de fibra, y dependiendo del tipo de actividad que hagamos y de nuestra genética, predominará más una por sobre la otra.
Existen dos tipos de fibra: las lentas o de tipo 1, las intermedias o de tipo 2A, y las rápidas o de tipo 2B.
CARACTERÍSTICAS DE LAS FIBRAS MUSCULARES
Dentro de las características a considerar, podemos encontrarnos con las siguientes, según cada tipo de fibra: Las fibras de tipo 1, suelen tener muchas mitocondrias (casas donde se metaboliza la energía, particularmente las grasas) , por lo que suelen tener un metabolismo aeróbico alto y mucha resistencia a la fatiga. Predominio en largas y ultra largas distancias pensando en deportes cíclicos o de resistencia. No suelen aumentar fácilmente el volumen muscular.
Las fibras de tipo 2, tienen menor cantidad de mitocondrias (mayor tendencia a uso de glucógeno muscular como fuente de energía principal), un metabolismo aeróbico bajo y son capaces de desarrollar más fuerza, por lo que son poco resistentes a la fatiga, a diferencia de las de tipo 1. Suelen predominar en actividades muy cortas y explosivas y una tendencia a aumento de masa muscular más fácilmente que las de tipo 1.
CONCLUSIÓN:
A la hora de elegir una disciplina o actividad física, se evaluará el desarrollo de masa muscular y composición corporal en base a las necesidades de la misma. Si pensamos en un corredor de largas distancias (Eliud Kipchogue) vs un velocista (Usain Bolt), tienen una estructura muy diferente. El primero con predominio de fibras de tipo 1, y el segundo con predominio de fibras tipo 2.
A la vez, no olvidemos que la alimentación y las estrategias aplicadas en base al tipo de actividad y genética son fundamentales para llevar a cabo los objetivos planteados, tanto en rendimiento como en composición corporal en base a la disciplina establecida.
