Factores como la conectividad constante, la alta demanda y la presión por resultados pueden desencadenar niveles significativos de estrés en el trabajo. Si bien es cierto que una dosis moderada de estrés puede ser motivadora, cuando se intensifica o prolonga resulta perjudicial, afectando el funcionamiento físico y alterando la salud emocional.
El estrés puede manifestarse de diferentes formas, por ejemplo: cansancio constante, irritabilidad, insomnio, dolores musculares, dificultad para concentrarse y falta de motivación. Si te identificas con estos síntomas, es momento de que tomes el control siguiendo estos consejos:
- Organiza y prioriza: Asegúrate de enfocarte en lo importante al utilizar herramientas como agendas, listas de tareas o aplicaciones de tiempo. Esto te ayudará a evitar la sobrecarga mental sin afectar tus resultados.
- Haz pausas activas: Se refiere a tomar descansos para activar el organismo con estiramientos, respiración profunda o caminatas, que reducen la tensión física.
- Cuida lo que comes: Además de seguir una dieta balanceada, revisa no consumir en exceso estimulantes como la cafeína y los azúcares. De esta manera evitarás sobre estímulos y recaídas en tu energía, logrando mantenerte más estable.
- Practica una actividad que disfrutes: La actividad física puede consistir en yoga, natación o caminatas. Encuentra cuál puede ser un ejercicio de tu agrado para practicarlo de forma regular, ya que no solo beneficia tu salud integral, sino también libera endorfinas, hormonas que actúan como antidepresivos naturales.
- Desconéctate fuera del horario laboral: La desconexión digital gana cada vez más importancia, ya que permite recuperar los espacios personales esenciales para la salud mental. Esto implica establecer límites con el correo electrónico, mensajes instantáneos y notificaciones relacionadas con el trabajo, cuando te encuentres en horarios o días de descanso.
Ignorar el estrés crónico puede conducir a trastornos como ansiedad, depresión, agotamiento laboral e incluso al desarrollo de enfermedades crónicas.
Por el contrario, al controlar el estrés beneficias toda tu salud: duermes mejor, se reducen los dolores musculares y hasta disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de trastornos digestivos. Además, te sentirás con más energía, disposición para afrontar retos, para fortalecer las relaciones sociales y aumentará tu productividad.
Por todo ello, controlar el estrés es esencial para vivir a plenitud, disfrutando del trabajo, pero sin descuidar tu salud ni otras áreas de tu vida.