Cada persona y cada cuerpo reacciona de forma diferente al ejercicio físico según factores como la edad, género, genética.
En primer lugar nos vamos a detener en la importancia de realizar un control previo antes de lanzarnos a realizar cualquier actividad física, sea aeróbica o anaeróbica. Ante todo es importante saber que: No es posible compensar tu alimentación con el ejercicio
Es decir, hacer ejercicio con la idea de que eso nos permite comer lo que queramos reduce significativamente los beneficios que obtiene, y una alimentación a base de alimentos procesados chatarra reduce aún más tus posibilidades de estar en forma y gozar de buena salud.
Hay que tener presente que la alimentación constituye el 70% de importancia en un plan de pérdida de peso, el otro 30% corresponde al ejercicio físico, por lo que siempre es mejor estar controlados por un especialista que monitorice nuestra dieta.
Para muchas personas la única vía a la hora de perder peso es realizar ejercicio aeróbico. Es cierto que es una de las maneras más efectivas, pero también es necesario llevar a cabo otra serie de actividades para conseguir una mejor tonificación muscular. Es fundamental por ello tener bien presente que la mezcla de diferentes técnicas de entrenamiento será la base a la hora de conseguir unos resultados adecuados.