La sensación de hambre/saciedad es compleja. No depende solo de los alimentos que consumimos, sino que también de una serie de factores neuroendocrinos que nos envían las respectivas señales de hambre y saciedad.
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La sensación de hambre/saciedad es compleja. No depende solo de los alimentos que consumimos, sino que también de una serie de factores neuroendocrinos que nos envían las respectivas señales de hambre y saciedad.
En este artículo veremos de qué se tratan estas señales, y cómo podemos resolver la sensación de saciedad ni bien arrancamos el día (en caso de tenerla).
HORMONAS REGULADORAS DEL APETITO
Cuando realizamos ingestas a lo largo del día, nuestro estómago se distiende y comienzan los procesos de digestión del alimento.
Una de las hormonas que cumple vital importancia es la Leptina (entre otras), causando sensación de saciedad a través de señales enviadas al hipotálamo a nivel cerebral. De esta manera, comienzan los procesos de regulación del apetito.
Por otro lado, existe una hormona cuya producción se da a nivel gástrico que recibe el nombre de Ghrelina y que, por el contrario, produce sensación de ansiedad o hambre. De esta manera, nuestro cerebro entiende que deberíamos comenzar una nueva ingesta.
TIMING NUTRICIONAL
Las ingestas a lo largo del día deben ser armoniosas, en cantidades y calidad correspondiente para generar un equilibrio en esta regulación, y prevenir sensación de saciedad excesiva o distensión abdominal. Es por eso por lo que se sugiere, además, comer lento. Para darle lugar al organismo a poder cubrir con los procesos hormonales y entender cuando realmente estamos saciados (o no).
Otra cuestión a tener en cuenta es que nuestro organismo se toma su tiempo para cumplir con los procesos digestivos, por lo que si se realizan ingestas muy abundantes, muy difíciles de digerir o muy cercanas a la hora del descanso nocturno, lo más probable es que la sensación de distensión abdominal o saciedad se mantenga durante toda la noche (y más) ya que cuando nos encontramos durmiendo todos los procesos fisiológicos del cuerpo se enlentece.
CONCLUSIONES
Para poder evitar o prevenir sensación de distensión abdominal o saciedad a primera hora del día, se recomienda hacer ingestas nocturnas livianas, con cantidades suficientes para cubrir necesidades y alejadas de la hora de irnos a dormir. De esta manera, lograremos el verdadero ayuno correspondiente nocturno, dejando al sistema digestivo descansar. No solo mejorará la calidad del descanso, sino que también la digestión absorción y sensación por la mañana.