El sistema inmune cumple una función muy importante en nuestro organismo: es la primera barrera de protección frente a cualquier agente extraño o patógeno que podría ser ofensivo para el cuerpo. Está formado principalmente por linfocitos, que son glóbulos blancos que producen globulinas y anticuerpos que reconocen a las sustancias extrañas y se unen a ellas: son prácticamente proteínas.