CÓMO MANTENER ESTABLES LOS NIVELES DE ENERGÍA

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Para establecer estrategias efectivas para mantener niveles estables de energía a lo largo del día, es esencial comprender las funciones de los nutrientes y utilizar este conocimiento para seleccionar alimentos de manera adecuada según nuestras necesidades individuales. El hidrato de carbono, un nutriente fundamental, desempeña el papel principal en proporcionar energía al cuerpo y se encuentra en alimentos como cereales, granos y frutas.

BASES DE LAS NECESIDADES NUTRICIONALES

Nuestro objetivo primordial es cultivar estabilidad y equilibrio en nuestra alimentación, lo cual es esencial para alcanzar el éxito en nuestros objetivos de salud. No basta con ingerir una gran cantidad de hidratos de carbono en un solo momento del día; más bien, es crucial distribuirlos de manera equilibrada a lo largo de las comidas principales. Este enfoque tiene dos razones fundamentales:

Mantener niveles de energía constantes: Los hidratos de carbono son fuente de energía inmediata, pero su disponibilidad se agota con el tiempo. Distribuirlos uniformemente en las comidas ayuda a mantener niveles de energía estables durante todo el día.
Uso eficiente de la energía: El cuerpo tiende a almacenar el exceso de energía en forma de grasa cuando se consume una gran cantidad de hidratos de carbono en una sola comida. Distribuirlos a lo largo del día asegura que se utilice esa energía en lugar de almacenarla en forma de reserva.

CONSIDERACIONES ADICIONALES

Es vital tener en cuenta la programación de nuestros entrenamientos al planificar la distribución de hidratos de carbono. Es recomendable enfocar la ingesta antes, durante y después del entrenamiento para mejorar tanto el rendimiento como la recuperación.

Es importante destacar que, aunque el hidrato de carbono tiene diversas funciones, su papel principal sigue siendo el suministro de energía. Además, la calidad de los hidratos de carbono que consumimos marca una diferencia significativa. No todos los hidratos de carbono son iguales: una fruta, el arroz integral y los azúcares simples son fuentes de hidratos de carbono, pero su calidad varía considerablemente.