Sindrome de Deficiencia Energética

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Este tema presta especial interés especialmente en atletas que practican entrenamientos de larga duración y alto rendimiento deportivo, ya que el desgaste físico diario es superior al de cualquier sujeto que entrena de manera recreativa.

Cuando hablamos de síndrome, nos referimos a una serie de factores o signos que nos llevan a una condición en particular: en este caso, de baja carga energética.

SOSPECHA DE SÍNDROME DE DEFICIENCIA ENERGÉTICA

Es un tema muy complejo de evaluar, ya que el atleta por lo general normaliza el cansancio ya que entiende que sus requerimientos nutricionales suelen estar aumentados. En el caso de la mujer, se vincula directamente con los ciclos menstruales: se corrobora el síndrome de deficiencia energética cuando hay amenorrea hipotalámica y tanto en el caso del hombre como de la mujer cuando el porcentaje de grasa corporal es extremadamente bajo.

No debemos descuidar esta condición, ya que nos habla de una deficiencia nutricional, donde no se logran cubrir las calorías suficientes para los procesos básicos y fisiológicos del cuerpo (disponibilidad energética). Es por ello por lo que el cuerpo se pone en “modo ahorro” y comienza la serie de signos y síntomas, que pueden traer consigo riesgo de desmineralización y pérdida en la densidad ósea, con mayores riesgos de fracturas y daño a nivel óseo, entre otras.

TRATAMIENTO

Es un síndrome reversible. El tratamiento será muy individual ya que depende de los años llevados en esta condición y de cómo se va revirtiendo el cuadro (será más o menos largo). Y es tan simple como cubrir esa disponibilidad energética mediante la alimentación. En algunos casos, cuando es muy severa, se evalúa también la disminución de la actividad física para volver a darle al organismo todas aquellas reservas que perdió a lo largo del tiempo, y disminuyendo el estrés sometido continuamente junto con suplementación indicada.