Namasté, prona o anjali mudra como se le suele llamar, es el más conocido de todas las bases de las filosofías religiosas, especialmente en Yoga, ya que es el mudra que se suele utilizar como símbolo de agradecimiento al inicio-fin de una práctica o como saludo entre los practicantes.
Para realizar este mudra, toma una postura cómoda sentado, cierra los ojos y lleva tus manos al centro del pecho, juntando ambas palmas, dejando los codos relajados y los hombros sueltos.
Comienza a respirar lentamente por la nariz. Puedes practicar la respiración abdominal si lo deseas para entrar en un profundo estado de meditación.
Con este mudra, la intención de la meditación se orienta a la gratitud, a agradecer el inicio de nuestro día, el fin de nuestro día o aquello por lo que nos sintamos agradecidos de tener en nuestro presente.