También conocida como ubiquinona, es un antioxidante que el cuerpo produce de forma natural. Las células usan la CoQ10 para el crecimiento y mantenimiento.
Los niveles de Q10 son elevados en el cuerpo humano en los primeros 25 años de vida, pero el envejecimiento, el estrés y el consumo de tabaco o de ciertos medicamentos, reducen progresivamente su presencia en los tejidos que más la necesitan como el hígado, el corazón, o los riñones. A partir de los 40-45 años, los suplementos de coenzima Q10 pueden ayudar a recuperar en cierta medida esa energía natural del cuerpo que se tenía en la juventud.
También se ha descubierto que los niveles de CoQ10 son más bajos en personas con ciertas afecciones, como enfermedades cardíacas, y en quienes toman medicamentos para reducir el colesterol llamados estatinas. La CoQ10 se encuentra en las carnes, los pescados y los frutos secos. Sin embargo, la cantidad de CoQ10 que se encuentra en estas fuentes de la dieta no es suficiente para aumentar significativamente los niveles de CoQ10 del cuerpo.