Partiendo de la premisa de que nuestro cuerpo está compuesto por más del 70% de agua, se vuelve evidente que mantener una buena hidratación es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. La hidratación desempeña varias funciones clave que pueden mejorar la calidad de vida y el rendimiento deportivo.
Hidratación y estreñimiento

Uno de sus beneficios es la reducción de la fatiga, la carga muscular y los calambres al mantener un volumen sanguíneo estable, asegurando una adecuada circulación de nutrientes a través de la sangre. Además, ayuda a prevenir el estreñimiento al mantener la integridad de nuestro sistema intestinal. No menos importante, el agua también forma parte del sistema nervioso central, lo que contribuye a tomar decisiones acertadas y mantener reflejos adecuados, especialmente durante la realización de actividades físicas.
Ahora, centrémonos en las implicaciones a nivel intestinal y cómo podemos aplicar estrategias para prevenir o reducir la tendencia al estreñimiento.
IMPLICACIONES A NIVEL INTESTINAL
El agua desempeña un papel fundamental en la digestión de los alimentos y la absorción de nutrientes en el intestino. Cuando la hidratación es insuficiente, los procesos digestivos pueden ralentizarse, lo que a su vez puede dar lugar al estreñimiento. En casos de estreñimiento funcional o crónico, se ha sugerido que la ingesta de agua fría en ayunas podría ayudar a mejorar esta tendencia, ya que estimularía los movimientos intestinales involuntarios.
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